Lecturas Bíblicas del Mes de Abril 2023

23 de abril de 2023

El faro y el aceite

Lucas 8:16-18

Versículos:

Lucas 8:16. Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz. 17. Porque nada hay oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido. 18. Mirad pues, cómo oís; porque a todo el que tiene se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.

Mensaje Aprendido:

Existe una historia de un hombre del siglo XVII (17) cuyo trabajo era cuidar el faro en una zona costera con muchos acantilados rocosos. El hombre recibía aceite para manterner la llama ardiendo solamente una vez al mes. La cantidad era justo la necesaria para durar un mes completo. Sin embargo, puesto que vivía solo algunos minutos del poblado, el hombre recibía visitas periódicas de las personas que allí vivían.
En cierta ocasión una de las personas que lo visitaba le suplicó por un poco de aceite, puesto que tenía su familia en casa y no tenía suficiente aceite para soportar el frío. En otra ocasión, una anciana le suplicó un poco de aceite para encender su estufa y poder alimentarse. En otra ocasión, durante una noche lluviosa, un hombre pidió auxilio; necesitaba aceite para lubricar las ruedas de su auto, puesto que estaban atorada y no podía llegar a casa."¿Quién se negaría a tales peticiones?" pensó aquel vigía. En su deseo por el hacer el bien, se olvidó que el aceite ya tenía un objectivo por cumplir.
Llegando el fin del mes, el hombre no tuvo más aceite para el faro, causando que durante la noche muchos barcos se estrellaran y hubieran personas heridas y muertas. Al ser entrevistado y reprendido por sus superiores, el hombre explicó sus causas nobles, a lo cual recibió una sola respuesta "Hicistes mal, pues el aceite se te dió con un propósito específico: mantener la llama ardiendo."
Muchas veces nosotros queremos hacer muchas cosas buenas donde quizás nos satisfacen por "hacer el bien" pero hay veces que no es así.
Otro ejemplo de mi experiencia es con las amistades, hay veces que nos cegamos y no queremos ver que en realidad nos perjudica por más noble que se vea. Mis amistades no eran malas personas pero si me motivaban a realizar cosas muy extrañas como por ejemplo pensar en el suicidio, nunca volver a la casa de mis padres, rencor, odio, etc. Siendo honesta, me di cuenta muy tarde. Yo trataba de imitar todo lo que hacían y decían para ser aceptada y al final no valió la pena tanto sacrificio.
Yo comencé a cambiar mentalmente, un poco amargada con las personas, y cada vez más y más escondia mi sonrisa trás una máscara que no me podía quitar. Para yo poder romper con este ciclo, no podía, solo seguía en un ciclo rotativo donde nunca yo podía ver donde estaba y que estaba haciendo con las personas de mi alrededor.
Para yo poder abrir mis ojos, fue cuando mi mamá me hizo reaccionar y entre en razón una vez más. Yo estaba nerviosa pero al mismo tiempo con miedo. Pero poco a poco, comenzó la guerra espiritual por mi alma y donde tuve una lucha espiritual para poder salir de esa grande atadura sobre la muerte. Por ende, debemos apreciar cuando Dios nos advierte sobre las amistades, lugares y cualquier cosa que nos desvían de poner nuestra mirada en Dios.

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